La enfermería es una de las carreras que tiene distintas especialidades, como lo es la enfermería pediátrica.
Así como los médicos pediatras, estos se encargan de cuidar a los niños y prestarles la atención que necesiten según lo requieran. ¿Pierna rota en adolescente de 15 años? ¿Un bebé con fiebre? Es el tipo de carrera que requiere de mucho contacto social y hacer sentir mejor a los demás.
La enfermería pediátrica es una profesión que proporciona atención médica desde bebés hasta que son adolescentes de 16 años de edad.
La enfermería pediátrica cuenta con otros requerimientos, que usualmente no son la principal función para otras ramas de la enfermería, pues es en esta donde se especializan para satisfacer las necesidades de los niños.
Ser enfermero de niños es distinto a ser enfermero de adultos, pues por ser niños pueden ser menos capaces de explicar cuáles son los síntomas que tienen.
Así que los pediátricos deben estar preparados para captar las señales no verbales sobre la condición del niño.
Estos profesionales pueden trabajar con pacientes que tengan una enfermedad, lesión leve o grave, o niños que tengan alguna discapacidad. Como enfermero pediátrico, es común que se esté en contacto con los familiares o los cuidadores de los niños.
No solo cuidan físicamente a personas hasta la edad de 16 años, sino que tienen aptitudes para reducir la ansiedad o confusión que puedan tener por lo que están pasando.
Es un entorno inusual para ellos y los más pequeños pueden tener miedo porque les van a realizar algún examen, revisión o recibir tratamiento que incluye agujas.
Estos enfermeros trabajan tanto en salas de pediatría como en hospitales generales, clínicas o centros de día. Algunos incluso pueden prestar sus servicios privados para visitar a los pacientes a sus propios hogares y evalúan conjuntamente con su familia y personal médico un plan de atención que cubra el programa de tratamiento y necesidades del niño.
La palabra atención tiene un espectro muy amplio, y es por ello que la función de un enfermero pediátrico va desde el cuidado de un niño sano hasta el papel puramente terapéutico.
Siguen de cerca el desarrollo psicomotor, fisiológico y psicosocial, así como las inmunizaciones y controles sanitarios que son necesarios en cada una de las etapas.
Como se ha mencionado previamente, la enfermería pediátrica no tiene que ver solo con el estado físico del paciente, sino también del emocional, que es igual de importante. Por consiguiente, hay distintas tareas que cumplen los enfermeros para bebés, niños y adolescentes:
Para ser enfermero pediátrico también se necesita tener la capacidad de adelantarse a las necesidades de los niños, tener la habilidad de comunicarse para animar, explicar y tranquilizar a los más pequeños mientras establece una relación cercana con el paciente, los familiares o cuidadores. Asimismo, deben mantenerse al día con las enfermedades que puedan afectar a los bebés y niños.
Cumple un papel importante por su intervención en la alimentación, hábitos de higiene, sueño, crecimiento, estar atentos a cualquier indicio de una secuela que pueda presentarse y minimizar el impacto que esto causa en el niño.
En la universidad se debe obtener un grado de enfermería antes de poder especializarse en enfermería pediátrica, la cual sigue con la formación integral de la medicina para que cada profesional cuente con educación, preparación práctica, gestión y todo lo necesario para poder desempeñar su cargo con excelencia.
Todo egresado de la licenciatura de enfermería pediátrica recibe capacitación integral sobre las teorías epistemológicas, habilidades para realizar una práctica de enfermería libre de riesgos, innovadora y crítica, con disciplina y compromiso para ofrecer un trabajo con valores basados en humanismo universal.
En esta carrera se enseña sobre el cuidado de infantes desde su nacimiento, cubriendo todo lo relacionado a sus etapas intermedias hasta que cumplen 16 años de edad, como es la del neonato, lactante, preescolar hasta la pubertad.
La enfermería pediátrica está para preparar profesionales que además de tener una preparación avanzada en técnica y práctica. Se promueva la adquisición de destrezas que puedan satisfacer las demandas que se exigen en la atención de la salud para los niños.
El perfil de un egresado de enfermería pediátrica es:
Toda carrera tiene su grado de dificultad, y esto también tiene que ver con el gusto que se tenga por la carrera que se está estudiando. Si bien la medicina por sí misma es complicada, sus diversas ramas pueden tener aspectos que varían en cuanto a las complicaciones y dificultades.
No obstante, la enfermería pediátrica puede considerarse difícil si no se tiene gusto alguno por el cuidado de las personas y estar en contacto constante con ellas, sobre todo si no hay un especial cariño hacia el cuidado de los niños.
Otro factor importante que repercute en si esta carrea es o no difícil, es que se debe tener la capacidad de no verse afectado por la sangre que puedan ver.
En general, la parte de pediatría puede ser complicada o delicada debido a que se debe tener mayor tacto para tratar con los pacientes. Ya que son pequeños y hay que saber cómo tranquilizarlos y hacerlos sentir lo mejor que puedan mientras se le suministra el tratamiento y les dan el alta.
Antes de empezar a estudiar una carrera muchas veces se quiere saber cuánto tiempo tomará titularse como profesional, y es bien sabido que la medicina es una de las carreras que más tiempo lleva para poder recibir el título. Esto también dependerá del rendimiento del estudiante y otros factores que puedan suceder a lo largo de la carrera.
Dejando eso de lado, en la universidad se tiene un tiempo estimado de 4 años y medio o 5 años para obtener la licenciatura de enfermería, además se estudia la mención de enfermería pediátrica.
Viendo que la enfermería en la carrera y la enfermería pediátrica viene siendo una de las especialidades, hay una variación que tiene que ver con este campo: el de oncología.
Se obtienen conocimientos especializados en pacientes que padecen de cáncer, y ya que la estadística de los niños con cáncer es numerosa. Por ello, que existan profesionales con el trato adecuado para ellos en esta situación es sumamente positivo.
Durante esta especialización se promueve el desarrollo de la capacidad humana y se estimula el sentido crítico, de manera que también asimile con profesionalismo y humanidad el proceso de las diferentes etapas de esta enfermedad en niños hasta adolescentes de 16 años.
También se imparten conocimientos y habilidades para que el profesional esté capacitado de realizar investigaciones sobre el cáncer y los distintos tratamientos que existen.
Así como las técnicas para ofrecer un trato amigable a los pacientes y promover un estilo de vida saludable para ellos, sin dejar de lado el apoyo emocional.
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