Esto se refleja al combinar telas, colores y texturas que garanticen resultados satisfactorios y creativos, para así transmitir la historia que se desea expresar de manera correcta.
¿Vale la pena incursionarse en el mundo del estilismo? Aquí te lo contamos todo
Incrementa tu curiosidad, proactividad y aprendizaje de otros países y culturas. Si bien es importante construir una base cultural e histórica sobre moda, también es necesario estar informado de lo que pasa en la sociedad actual, ya sea sobre arte, política, economía o deportes.
La información no solo es poder, sino también de inspiración: y esta puede llegar de cualquier ámbito, en determinado momento y, de cualquier manera.
Se necesita una décima de segundo para causar una impresión, y en el mundo del estilismo es intrínseco que ese sea tu tarjeta de presentación, asegúrate de vestirte todos los días para el éxito, y para ti.
Está muy bien que tengas en mente inspiración de profesionales a la hora de crear, pero si hay algo más importante que conocer el trabajo de los más grandes estilistas, es construir tu propia identidad, tu imagen. Confía en tu sexto sentido y arriésgate.
Este sencillamente es el área más artístico, disciplinado y creativo de los proyectos en los cuales el estilista interviene, comprendiendo el concepto que se está trabajando y, para poder ponerse manos a la obra.
Crea combinaciones de ropa o accesorios que atiendan las necesidades requeridas por el guión y que los personajes se vistan adecuadamente, según los deseos del director.
Una aptitud muy útil es conocer la fotogenia de colores y tejidos a través de la cámara y con iluminación de estudio. Ya que, ciertos colores y texturas quedarán más pálidos, mientras que otros se verán más intensos. Así que, si se tienen conocimientos sobre este tipo de detalles se garantizará la calidad del resultado final del trabajo.
Las sesiones de fotografía para revistas de moda suelen ser más atrevidas y frescas, un aspecto de valor para el estilista que le permite mostrar su creatividad y materializar las ideas con looks únicos.
El trabajo en catálogos, tanto físicos como digitales, suele ser menos artístico que el resto de las ramas, puesto que las marcas suelen escoger las prendas que desean fotografiar e incluir en el catálogo.
No obstante, el estilista cumple con su función de pies a cabeza escogiendo la talla y el color más favorecedor para cada tipo de modelo que trabaje en la sesión; y también podrá aportar consejos sobre el maquillaje y el peinado para así capturar fotografías originales y diferentes, que estimulen al posible comprador a probar y comprar dichas prendas.
Por otra parte, la presencia en la web se hace más evidente, muchas marcas crean su espacio online, creando consigo una gran demanda en la actualidad, con la lupa puesta en estilistas productivos y dinámicos que sepan sacar el máximo partido de las prendas, y destacar todos sus puntos fuertes a través de la creación de conjuntos y combinaciones que le resulten atractivos al consumidor potencial.
Sin importar el medio, es necesario entender bien la identidad de la marca y trabajarla con el objetivo de darla a conocer de forma correcta.
Una profesión creativa, dinámica y apasionante que te permitirá desarrollarte en un entorno versátil y multicultural, creando atuendos que lleguen al altar, a la gran alfombra roja o incluso el día a día de tu cliente, construyendo así, su imagen.
Debes conocer los básicos sobre largos, colores y estilos apropiados para cada ocasión. Sin embargo, el buen gusto no será el único impulso para tu éxito; requiere también de tu atención: escuchar bien lo que el cliente quiere, conocer sus preferencias y trabajar con prendas que le favorezcan, creando combinaciones que no habría podido crear por sí mismo, pero que sigan reflejando su personalidad.
Como hemos visto, las funciones que puede desarrollar un estilista de modas son muy diversas y cada ámbito de trabajo requiere de creatividad, organización y visión.
Por lo que, si decides ejercer como estilista de modas, debes recordar que, sin importar el sector en el que te encuentres no debes nunca dejar de estudiar tu mercado, cada aspecto de la vida diaria que te permita predecir cuáles recursos textiles serán los adecuados para cada proyecto y cuál es la forma perfecta de mostrarlos.
También, es una manera de mantenerte uno o dos pasos por delante del consumidor objetivo; desde el momento 0, comprenderlos para poder ofrecerles opciones útiles, y así fortalecer las alianzas. Anímate y se un estilista de modas.