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Estudiar cuando tienes Hijos

Estudiar no es tarea fácil. Hay que asistir a clases, dedicarle tiempo en casa, preparar exámenes, reuniones de equipo, entre más. Pero, estudiar cuando tienes hijos es para personas osadas, perseverantes y con objetivos claros.

Ahora bien, no te desanimes, seguro que eres una persona determinada a cumplir con tus objetivos, que serían la crianza de tus hijos y estudiar. Y aunque no lo creas, las dos cosas pueden ir de la mano. Porque los hijos se convierten en el impulso que necesitas para seguir adelante.

Pero, si todavía sientes dudas porque las personas a tu alrededor dicen que esa es una tarea imposible, no te preocupes y no los escuches, cierras tus oídos ante la negación.

Por ello, aquí vamos a ofrecerte las razones de comenzar o continuar con tus estudios y las estrategias necesarias para que lo logres sin descuidar a tus hijos.

¿Por qué estudiar cuando tienes hijos?

Cuando quieres estudiar y tienes hijos, te preguntas si esto traerá algún beneficio para ti y tu familia. O por el contrario, ¿será que son mayores las desventajas?

Ante todo, piensa que nunca es tarde para comenzar o continuar una carrera universitaria. En seguida, se muestran las razones por las que tomar esta decisión es algo totalmente acertado.

1. Mejores perspectivas laborales

Si además de ser madre o padre también trabajas o piensas buscar un empleo en el futuro, entonces te preocupa ver cómo día a día el mundo laboral se vuelve más competitivo.

Es evidente que al estudiar una nueva profesión o perfeccionar la que ya se tiene con un máster nos traerá muchos beneficios. Seguro lograrás un ascenso o conseguirás un mejor empleo, lo que se traduce tanto en crecimiento personal como económico.

2. Ejemplo de superación

Cuando retomas tus estudios o comienzas otros, te convertirás en un ejemplo de constancia y superación para tus hijos. Es así como ellos en un futuro van a observar que, a pesar de todas las adversidades que pudieron ocurrirte, tú saliste adelante y triunfaste.

3. Puedes ayudar a tus hijos

Cuando te preparas y adquieres una profesión estás en capacidad de ayudar y orientar a tus hijos cuando estudien. De esta forma, puedes ofrecerles tutorías, ayudarlos con alguna asignatura que ellos no comprendan, enseñarles técnicas de estudio y más.

4. Superación personal

Resulta claro que cuando te superas mejoras en los aspectos de salud física y mental, en las relaciones con tus hijos, pareja, familia, amigos y compañeros de trabajo. Así, vas a ser una persona más feliz y, por ende, tus hijos y familia también lo serán.

5. Desarrollo mental

Es indudable que, al estudiar, tu capacidad cognitiva mejorará notablemente. Cuando aprendes algo nuevo tu cerebro lo procesa y crea nuevas conexiones entre las neuronas, lo que te vuelve más inteligente.

Por consiguiente, si eres cada día más inteligente estarás más preparado para afrontar las dificultades y buscarles una solución. Así mismo, estarás más capacitado para criar a tus hijos y ayudar a tu familia.

Estudiar si tienes hijos

Estrategias para estudiar cuando tienes hijos

Lo más probable es que te estés preguntando si es posible ser madre o padre, trabajar y estudiar, todo a la vez. Sin duda se puede lograr. Aquí te ayudamos con algunas estrategias.

1. Establece tus objetivos

Para comenzar, lo primero que debes hacer es tener claros tus objetivos. Estos deben ser realistas y relacionados con las circunstancias de tu entorno. Cabe destacar que la meta principal es lograr estudiar cuando tienes hijos y al mismo tiempo criarlos. Entonces, el objetivo principal ya está listo.

Ahora, para determinar tus metas a mediano plazo debes preguntarte ¿Cómo lo voy a lograr? Es fácil. Proponte culminar un ciclo de estudios a la vez sin descuidar la crianza de tus hijos.

Por último, fija tus objetivos a corto plazo, los cuales podrían ser aprobar cada una de las asignaturas que inscribiste. Recuerda, no se puede ir a ningún lado si no se sabe hacia dónde se va.

2. La motivación

Sin duda, este es otro punto muy importante, es el impulso para que puedas consolidar tu triunfo. La motivación va de la mano con los objetivos. Cuando observes que puedes ir cumpliéndolos paso a paso, te sentirás con mayor fuerza para seguir.

Para lograr motivarte cuando sientas desgano o cansancio, revisa tus metas, piensa en el por qué y para qué estás haciendo todo esto.

3. ¿Y los hijos…?

Seguro te debes estar preguntando cómo y cuándo estudio si tengo que atender a mis niños. Desde luego que aquí debes contar con el apoyo familiar.

Por ejemplo, puedes pedirle a tu compañero de vida, cuando está desocupado, que los cuide un rato. También, los abuelos pueden colaborar en muchas ocasiones y seguro que ellos y los niños van a disfrutar mucho.

Por otra parte, tenemos a los tíos y amigos muy cercanos que nos pueden echar una mano de vez en cuando. Además de toda esta ayuda, puedes estudiar cuando los niños están durmiendo o si ya tienen edad puedes inscribirlos en natación, dibujo, música, etc.

Así durante esas horas, mientras los esperas, puedes repasar o realizar alguna lectura que tengas pendiente. Y si ya van a la escuela aprovecha al máximo ese precioso tiempo.

4. Planificación

Evidentemente todo lo puedes lograr, pero con una buena planificación. Debes comenzar con hacer un horario. Allí debe quedar especificado el día, la hora y duración de cada actividad que tengas que realizar, incluyendo estudios y la atención de los hijos.

En cuanto al estudio, planifica cuáles asignaciones debes preparar primero y calcula cuánto tiempo vas a tardar en realizarlas. Sí tienes exámenes que presentar, planea con anticipación los puntos que debes estudiar, además, reserva el día y hora en tu horario.

De igual forma, debes hacer las actividades relacionadas con el cuidado y atención de los niños, como ayudarlos con las tareas, llevarlos a realizar alguna actividad, compartir con ellos  o simplemente prepararles sus alimentos.

Todo debe estar planificado, lo más conveniente es que realices tu horario de forma mensual. Puedes hacerlo cuando tus hijos están en casa jugando o viendo televisión.

5. Hábitos de estudio

Es de suma importancia que crees hábitos de estudio. Si tienes pensado estudiar en las mañanas antes de que se levanten los niños, trata de que siempre sea a esa hora. Así tu cuerpo y mente se van a ir preparando para rendir lo máximo posible en ese lapso de tiempo.

Otro aspecto importante es el uso de técnicas de estudio. Cuando comiences a utilizarlas se convertirán en un hábito y adquirirás conocimientos con menos esfuerzo en poco tiempo. Estas son:

  • Planifica un horario.
  • Realiza la pre-lectura del tema.
  • Efectúa una lectura comprensiva.
  • Subraya lo más importante.
  • Realiza un resumen en fichas.
  • Efectúa un esquema.
  • Practica la memorización.

De esta forma, al tener un esquema o un resumen del contenido que va para un examen lo podrás llevar contigo a todas partes y en lo que tengas un poco de tiempo libre puedes emplearlo en estudiar. Preferiblemente hazlo en fichas, pues son más prácticas.

6. Reajustar

Seguro que en algún momento vas a tener que reajustar algún aspecto de tu planificación. La vida no es predecible, siempre pasa algo que no teníamos planeado. Entonces, no te estreses, reajusta tu horario.

Si tienes que disminuir el ritmo de estudio, no te preocupes, simplemente establece qué es lo prioritario. También, puede ocurrir que al revisar tu planificación no has cumplido con alguno de los puntos. Igual que en el caso anterior, debes reajustar tu horario.

Estudiar cuando tienes hijos

7. Qué carrera elegir y dónde estudiar cuando tienes hijos

Puede ser que ya sepas con certeza cuál es la carrera que quieres estudiar cuando tienes hijos. Pero si no es así, trata de seleccionar una profesión en la que te gradúes en un corto periodo de tiempo.

Además, deberías elegir realizarla en línea. Con este tipo de carreras universitarias lograrás cumplir tus objetivos más fácilmente, ya que te brindan los siguientes beneficios:

  • Una rápida inserción laboral.
  • Terminas en un periodo más corto de tiempo.
  • Después de graduarte puedes seguir especializándote.
  • Permite cursar estudios desde cualquier ubicación.
  • Puedes trabajar, estudiar y cuidar a tus hijos.
  • Avanzas a tu propio ritmo.
  • Eliges cuándo estudiar.
  • Ahorras tiempo y dinero en traslados, entre muchos otros.

7. Establece tus límites

Únicamente tú puedes saber lo que puedes lograr. Si no tuviste tiempo de estudiar todo el contenido o con el énfasis que a ti te hubiera gustado, no te preocupes. La ansiedad solo trae cansancio y enfermedades.

Es lógico que llegar al examen muy bien preparado es lo ideal. Pero si ya no pudiste, deja la angustia, concéntrate y trata de dar lo mejor de ti. Siempre confía en ti, con trabajo y constancia lograrás lo que te propongas.

Conclusiones para estudiar cuando tienes hijos

Para finalizar, siempre recuerda cuáles son tus propósitos, el porqué y para qué quieres estudiar. Aquí ya te mostramos algunas razonas por las que debes hacerlo, pero seguro tú debes tener unas propias.

En tú caso en particular, es muy importante que elijas bien cómo y qué vas a estudiar. Te recomendamos que selecciones una carrera universitaria corta y en línea. Te hará la vida más fácil.

Por otra parte, recuerda que es necesario planificar para poder lograr cualquier objetivo que te propongas. Y más, si realmente son dos objetivos y tan importantes.

Por eso, mantén la motivación y la perseverancia para que logres lo que te propongas. Confía en ti, sin duda lo tienes todo para triunfar.

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