Ante todo, se sabe que la atención y la concentración son indispensables para lograr obtener aprendizajes o para realizar cualquier actividad. Aunque, muchas son las técnicas que existen para mejorar estos dos aspectos, por ende, este artículo se centrará en explicar la técnica de estudio Pomodoro.
Primeramente, es bueno mencionar que esta técnica fue creada en 1980 por el ingeniero en informática Francesco Cirillo, durante su época de estudiante universitario. Está basada en la utilización del tiempo en forma adecuada para lograr realizar una tarea específica.
Continuando, esta técnica de estudio Pomodoro adquiere este nombre debido a que su creador tiene origen italiano y utilizó un temporizador de cocina en forma de tomate para realizar su rutina de estudio.
Seguidamente, se exponen los pasos para ejecutar esta técnica con el propósito de explicar el porqué es realmente efectiva. Además, se va a realizar un pequeño análisis de la misma.
Para comenzar, es necesario diferenciar la atención de la concentración. La primera se refiere a enfocar la mente exclusivamente en una tarea determinada y la segunda es lograr la atención por un lapso de tiempo prolongado.
Entonces, si se quiere estudiar, primero se debe centrar la atención en un tema determinado y mantenerla por un tiempo prolongado. Esto nos permite estar concentrados y aprovechar el tiempo de estudio lo máximo posible.
Ahora bien, de todo lo dicho se deduce que es necesario evitar cualquier distracción que pueda entorpecer la atención y, por lo tanto, la concentración. De esta forma, el primer paso antes de aplicar la técnica Pomodoro es fijar la atención, a continuación se explica cómo hacerlo.
Para poder mantener la atención en una tarea específica, se deben eliminar o corregir todos los aspectos que puedan dificultarla. Como por ejemplo:
Así mismo, es imprescindible centrar la atención en una cosa a la vez. Por mucho que se tenga que estudiar, hay que hacer un esfuerzo y no pensar en todo. Con esto ya se tiene lo necesario para fijar la atención, así que comencemos con la técnica Pomodoro.
Este método consiste en fraccionar 2 horas en 4 sesiones de 25 minutos de estudio con 5 minutos de descanso. Y, al terminar las dos horas, se toman de 20 a 30 minutos para un descanso más largo. Luego, se comienzan de nuevo otras 4 sesiones. Así, se puede repetir este proceso dependiendo de cuánto tiempo se necesite estudiar.
Explicando en más detalle esta técnica quedaría:
Resumiendo lo planteado, se puede decir que este es un método efectivo para mantener la concentración en los estudios durante 25 minutos; algo que para un estudiante un poco avanzado es fácil de conseguir. Con ello, se asegura el aprovechamiento óptimo del tiempo.
Por otra parte, al tener 5 minutos de descanso entre cada sesión, se favorece la motivación para seguir estudiando, ya que no sobreviene el cansancio. Aunado a esto, se previene la desconcentración que provoca el cansancio mental.
Otra virtud de esta técnica es que logra que el estudiante esté consciente de su rendimiento durante el tiempo de estudio, pudiendo gestionar mejor las tareas a realizar.
Para finalizar, es recomendable acompañar esta técnica con las diferentes estrategias de estudio como la realización de esquemas, resúmenes, síntesis, entre otras. Y siempre se debe planificar y organizar bien cualquier sesión de estudio con antelación, tomando en cuenta la adecuación del lugar y los elementos distractores.